7 Irresistibles Petiscos Portugueses: Curiosidades que apuesto no sabías
Los petiscos portugueses son pequeños tesoros gastronómicos que capturan la esencia de la cocina lusitana. ¿Sabías que Portugal tiene más de 1000 años de historia culinaria? Descubre cómo estos bocados están ganando reconocimiento mundial y por qué deberías incluirlos en tu próxima experiencia gastronómica si visitas Portugal.
Los petiscos, similares a las tapas españolas, tienen raíces profundas en la cultura portuguesa. Originalmente servidos en tabernas como acompañamiento de vinos, estos pequeños platos han evolucionado hasta convertirse en protagonistas de la gastronomía portuguesa.
Podrás picar desde caracoles hasta el a veces incomprendido «Percebe», famoso marisco portugués de extraña apariencia, pero que a los locales se les hace agua la boca.
Los petiscos se popularizaron principalmente en Lisboa y Oporto con la aparición de las primeras tabernas en el siglo XIX. Actualmente estas tapas las encuentras tanto en las tradicionales «Tascas» como el restaurantes de alta cocina.
Vamos por los 7 Petiscos que revolucionaron el paladar de los portugueses
1. Peixinhos da Horta
No te dejes confundir por el nombre, porque este petisco no lleva pescado y es completamente vegetariano. Estas «pequeñas truchas del huerto» son en realidad judías verdes rebozadas y fritas. Su nombre peculiar y sabor adictivo las han convertido en un favorito nacional.
Sabías que este petisco inspiró el ahora popular tempura japonés en el siglo XVI.
2. Pasteis de Bacalhau
Conocido como el rey de los petiscos de pescado, Estas croquetas de bacalao son un símbolo de la cocina portuguesa. Con una textura crujiente por fuera y suave por dentro, representan la maestría y simpleza en la preparación del bacalao.
Apuesto que no sabías que el Bacalhau ingresó a los record Guinness en el 2022. Este codiciado pez pesó 10,3kg y 113cm de altura, traido directamente desde Noruega y fue cocinado «à Brás».
Los portugueses consumen aproximadamente 70.000 toneladas de bacalao al año.
3. Chouriço Assado
Pero no es un simple chorizo, es todo un espactáculo visual. Se sirve flambeando hasta la mesa en un típico asador de barro tradicional, una delicia. El maridaje recomendado para este petisco, un vino tinto joven de la región del Alentejo.
El Flameado se hace con aguardiente de vino
4. Amêijoas à Bulhão Pato
La forma en que los portugueses preparan las almejas es de otro mundo. Estas almejas preparadas con cilantro, ajo y vino blanco, llevan el nombre del poeta lisboeta Raimundo António de Bulhão Pato. El mejor lugar para comerlas, en la Celebración anual que se hace en pueblito de Olhão en la región del Algarve.
5. Salada de Polvo
La salada de polvo es un petisco que destaca por su frescura y sabor delicado. El pulpo se cuece y se corta en rodajas finas, se mezcla con cebolla, pimiento, aceite de oliva y vinagre.
El chef Vítor Sobral, reconocido como embajador de la cocina portuguesa, afirma: «‘El pulpo, consumido desde la Edad de Bronce, no es solo una de las criaturas marinas más fascinantes, sino también uno de los ingredientes más versátiles de la cocina portuguesa. Rico en proteínas, hierro y ácidos grasos, el pulpo ofrece beneficios nutricionales significativos, con la ventaja adicional de ser bajo en calorías’
Apuesto que no sabías que Portugal es el segundo mayor consumidor de pulpo en Europa después de España.
Curiosidad: En algunas zonas costeras, existe la tradición de «ablandar» el pulpo golpeándolo contra las rocas antes de cocinarlo.
6. Rissóis de Camarão
Estos pequeños pasteles en forma de media luna, rellenos de una cremosa mezcla de camarones, son un favorito en todo Portugal. Además de camarón, existen versiones de carne, bacalao y queso. El de camarón mantiene el trono.
7. Azeitonas Temperadas
Las aceitunas marinadas son un comienzo obligatorio en cualquier mesa de petiscos. Las principales variedades son la galega, cobrançosa y Cordovil.
Anualmente se producen 100 mil toneladas de aceitunas en Portugal.
Ya sabes, la próxima vez que busques una experiencia gastronómica única, dale una oportunidad a estos tesoros portugueses y descubre por qué están conquistando paladares en todo el mundo.