Aprendiendo del Sijismo en Kuala Lumpur, Malasia
En nuestro paso por Kuala Lumpur, un día Domingo decidimos ir hasta el Gurdwara Tatt Khalsa, templo de la religión Sikh o Sij en español.
¿Que es el Sijismo?
El sijismo es una religión india fundada por Gurú Nanak (1469-1539), que se desarrolló en el contexto del conflicto entre las doctrinas del hinduismo y del islam durante los siglos XVI y XVII. La doctrina básica del sijismo consiste en la creencia en un único Dios y en las enseñanzas de los diez gurús del sijismo, recogidas en el libro sagrado de los sijes, el Gurú-grant-sajib. Puedes leer más del Sijismo AQUI
¿Porqué nos interesaba conocer esta religión?
Además de estar siempre buscando hermosos tesoros escondidos donde el turismo de masas no llega, me motivaba una razón más profunda ir hasta allí.
Cuando fui de visita a Canadá a la casa de mis primos el 2015 antes de partir rumbo a Australia, en ese entonces mi tío, hermano de mi mamá, tenía un cáncer ya ramificado. En una de nuestras tantas conversaciones, me cuenta el increíble apoyo que había tenido en el trabajo sobretodo de su jefe quien pertenecía a la religión Sikh. No tenía idea sobre la religión sólo sabíamos que provenía de la India.
Nuestra visita
Así que una vez en KL nos dirigimos hasta el templo, ya que me intrigaba mucho saber sobre esta religión y de alguna manera prestar homenaje a la persona que había ayudado tanto a mi tío durante el proceso de su enfermedad, que por desgracia dejó de combatir meses después de mi visita.
Así llegamos hasta Gurdwara Tatt Khalsa un domingo alrededor del mediodía. Un poco tímidos, no sabíamos bien por donde ir ya que la entrada dirigía directamente a un enorme comedor donde gente se encontraba almorzando.
Mirando a nuestro alrededor perdidos, se nos acerca un hombre y nos señala que debíamos sacarnos los zapatos y tapar nuestras cabezas con un pañuelo que él amablemente nos proporcionó.
Éramos los únicos extranjeros, se notaba que no muchos pasaban a visitar el templo, porque todos nos miraban extrañados. Luego llama a un chico y le pide que nos lleve en el ascensor hasta el segundo piso, donde se encontraba el lugar de oración. Todos con una increíble disposición nos guiaban sin siquiera haber alcanzado a pedir ayuda.
Nos llevan al salón central el cual es muy grande y amplio, y que está dividido por un corredor central que separa a los hombres de las mujeres. Al final de este corredor se encontraba un “Granthi” (orador), quien dirigía una ceremonia llamada “Ankhand Path”.
Esta ceremonia consiste en que durante 48 horas seguidas un Granthi lee y recita en diferentes dialectos el «Guru Granth Sahib», el texto sagrado de la religión.
¡Que suerte la nuestra! haber elegido justo ese día para presenciar uno de los rituales más sagrados de la religión sin saberlo.
Estuvimos unos momentos mirando pasivamente la ceremonia, mientras los fieles se acercaban entregando donaciones y daban vueltas alrededor del orador
Cuando ya pensábamos irnos, un hombre se nos acercó y nos llevó directamente al comedor. Nos dijo que sin importar nuestra religión (o no religión), todos son bienvenidos a almorzar con ellos.
Nos entregaron una bandeja y fuimos pasando por distintas personas, muy sonrientes y amables, que nos entregaban raciones de comida y fruta. Una vez con nuestra comida nos sentamos junto a la gente que se encontraba en el comedor. Nuestro compañero de mesa nos comenzó hablar sobre la religión y la dinámica de los voluntarios. No importa tu rango social o jerarquía, seas gerente en una importante empresa o dueña de casa, todos ayudan a preparar la comida, servirla y lavar los platos.
Después de comer quisimos aportar con nuestra ayuda, como gesto de agradecimiento por la rica comida que nos habían dado, pero no nos dejaron.
Dejamos el templo y nos llevamos una linda e inolvidable experiencia, la energía que había en el lugar y la innata disposición de los sikh nos llenó el alma y el corazón.
Que increíble sería que todos, sin importar la religión ni clase social nos sentáramos a hablar alrededor de un enorme comedor una vez por semana y simplemente compartir y hablar, aprenderíamos tanto!!!!, de alguna manera en el templo me sentí parte de esa linda utopía.
El plato con una sustancia lechosa, se llama Vermicelli Kheer, un postre muy rico tipo arroz con leche, pero en vez de granos de arroz usan fideos de arroz y nueces. ¡Exquisito!
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Que gran experiencia. La tendré anotada para un futuro viaje a la Ciudad.